Fueye

Por Gustavo Vicentin

∗ Reconquista, Provincia de Santa Fe - Escritor y cantor |

Ayer me encontré con una alumna que pasó por mis clases de "Estilo tango" en una escuela de música aquí en Córdoba. En la conversación me recordó un sucedido en una de esas clases con un alumno de La Pampa. Yo casi lo había olvidado y trataré de comentar con fidelidad el diálogo que surgió en aquella ocasión.

Estaba este pibe cantando el tango "Fueye" de Charlo y Manzi. En el estribillo del tema está la frase "Fueye, no andés goteando tristezas".

Le pido que pare de cantar y se da este diálogo:

- Es "fueye" Martín, no "fueshe"... a ver, cantalo...

- Fuesheeeeee no andés goteando tristezaaaaas..

- Fueye, con "ye", Martín...

- Ah! ¿no es con “elle”?

- No, es una palabra del lunfardo, por eso es con "ye"... Es también una metonimia (después les expliqué lo que era una metonimia) porque una parte del instrumento, es este caso el fuelle, define a todo el instrumento, cuando que el bandoneón es además caja, botoneras, palancas, etc... Pero, además, así fuera con "elle" tampoco lo estás pronunciando bien, decís "eshe"...

- Es que sho hablo así...

- Ya sé, pero vos querés aprender la parte de "estilo" del canto en el tango, no?

- Si...

- Bueno, en el tango se pronuncia "Fueye" y no "Fueshe".

- Discúlpeme profe, pero eso es una forma de autoritarismo, usted me está pidiendo que deje de ser lo que soy y que cante distinto a como hablo...

- Veamos Martín, vos también cantás Gospel, no?, Te escuché cantar en una audición aquí en la escuela y lo hacés muy bien, se nota que te gusta mucho ese género.

- Si, gracias profe.

- Bueno, mirá, cuando vos hacés música negra afectás tu timbre y tu colocación, no "sos vos" cantando, acomodás tu laringe y tus resonadores para que tu voz suene cavernosa y gutural como la voz un negro... Y también noté que practicaste mucho la fonética del Harlem. Bueno, eso es "Estilo" en un género, es decir todas aquellas cosas de lo vocal y musical, los modos de pronunciar, de acentuar las palabras, las vocales y las consonantes, las cadencias de una frase, la entonación o tonada que tenga una región al hablar o al cantar, que hace que un género se distinga y diferencie de otros... En definitiva, lo que hace de un modo musical determinado, de una región o pueblo determinado, algo reconocible y único.... Ahora bien, esto nos lleva a otro lugar (dije mirando a la clase), y es reflexionar por qué nos resulta tan atractivo y natural imitar otros estilos de canto, que es decir otros estilos de vida, lenguaje y pensamiento, lo que no está para nada mal, por el contrario, y nos parece "autoritario" comprender o imitar un estilo de canto criollo con el fin de adentrarnos en su estética... Quizás ahí estemos ante la famosa "colonización cultural' de la que tanto se habla, o la matriz de la educación Mitrista y Sarmientina con que nos han educado, dónde todo lo que viene de afuera es "civilizado" sólo por venir de afuera (como una homologación de sentido), y lo que tenemos aquí es "barbarie" sólo por ser de aqui, y como tal debe ser enmendado o acusado de algo. Pronunciar "fueye" con la "ye" no significa que te vas a convertir en un porteño de los arrabales de los años '40, igual que no te convertís en un negro del Bronx cuando cantás Gospel... no, como tampoco un actor que interpreta Otelo se convierte en el moro, simplemente lo personifica, lo interpreta, pero reconozcamos que no se puede hacer Otelo con el acento de un actor parisino, o quizás sí, cada cual puede hacer lo que quiera, pero siempre sonará mejor en el acento inglés de Olivier o Gielgud... Lo mismo con el tango.

Finalmente les aclaré que lo que acababa de decir no pretendía ser una verdad de hierro, que no hay literatura ni academia que se ocupe de esta especificidad y que sólo era mi opinión y por supuesto podía ser falible.

Tanto el pibe como el resto de los alumnos quedaron en silencio. Le pedí que hiciera un par de intentos más y finalmente pudo decir "fueye".

La clase y el año pasó, y de Martín no supe más nada luego de que egresó de la escuela. Sin embargo, esta ex alumna me lo recordó ayer y me dijo que para ella fue muy importante escuchar mi explicación aquella vez, que le sirvió de mucho no sólo en su carrera musical sino incluso en el entendimiento de algunos procesos culturales y políticos.

Algunas cosas creo que las hice bien.

Ilustración: Alejandro Barbeito

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