Poemas pobres leyendo a EMILY rica
Este eco que crece en mi interior
se extingue rápido
y no se escucha
afuera.
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| Algunos dicen que caminan hacia el juicio ¿qué hay con eso? ¿no saben acaso? sólo estarse quietos. |
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Te recluiste en una “blanca elección”
y lo respetamos
pero ¿sabes?
no hubo forma de cerrar las válvulas.
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La enorme fragancia del tilo
altera todo a su alrededor
la línea del seto ya no es
y el campo de rastrojos
se acerca
detrás del teodolito
detrás de los ojos
se miden pretendidas distancias
¿cómo amojonar
perfume y movimiento?
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| Aquello que al nombrarlo ahora distante traiciono aquello entonces fue partida y elección es mi huella en este surco. |
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El miedo
no ha pasado de largo
tampoco los años
y todo se mantiene
en un entretanto
gris como la tarde
sin sol.
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Suena la música de la quena
y lo que evoca no está
carencia
que atraviesa los huesos
así
cuando te miro a los ojos.
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Sería cuestión de poder distenderse
y no espiar a esos tordos negros
picoteando en el jardín
relajados y ajenos
a lo que se esconde
tras los cristales
¡vaya cuestión
la que sería !
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Que ella se separara
de mí
que se velara y me velara
recóndita
no hubiera hecho falta
yo conocía su poder
transparente
soberbia
desnudez.
Ilustraciones: dibujos de Marcela Argañaraz
