Aguas calientes corren por mis venas
Bajo mi piel las arenas en silencio
Mis pupilas se aquietan de desierto
y mi cuerpo pesa
erecto monolítico solo
Mesa de piedra bajo el Árbol
mortero vacío ya
mazo abandonado
el olor de los yuyos y especias maceradas
la comida caliente el pan leudado
y todos los rostros
detrás de mis espaldas
emergiendo de las dunas
de las aguas
de los pastizales tiesos torcidos por el viento
de las ruinas pedregosas de oriente
…
Caminaré hacia ellos
y ofrendaré
mi rostro nuevo
sin ataduras
cargando mi propio
libro de historias vivientes
Ilustración: Alejandro Barbeito
Excelente escritora Silvina López.
Bello