Los regresos posibles

Por Raquel Weinstock

∗ San Luis, Provincia de San Luis (1952-2020)  - Escritora |

Si no regreso, no será culpable el olvido.

Ni será definitivo.

Me quedaré en la memoria de las huellas de tus manos,
en la mirada de todos los ojos que descubrí
asombrados, doloridos, amados, ausentes o hipócritas.

En el contorno de tu figura, donde cabe exactamente mi cuerpo.

En la música cantora insaciable de mi vida.

En los cuadros que elegí como compañeros inamovibles,
custodiándome desde las paredes.

En el aroma turbulento de los jazmines.

En mi archivo envejecido pero bien amado.

En algunos libros donde encontré o me encontraron historias no vividas.

En los bares, cuando la madrugada nos distingue.

En construcciones jesuitas exultantes de misterio y de belleza,
en calles empedradas, en niños solitarios,
en perros vagabundos con una bolsa de basura colgada de su hocico,
con la actitud de un ladrón perseguido.

En la noche, en los amaneceres, nunca en la mañana.

En las lluvias tormentosas, o en la hora del ocaso.

Con un vaso de alcohol en la mano y un beso en la boca,
tu boca, hacedor de utopías, caballero errante.

Si no regreso, habrá que celebrar mi presencia, en estas cosas.

En mis hijos, en mis amigos, junto a mi risa, o a mi ira.

De otra manera sí me habré ido para siempre, sin haber gastado las caricias que,
sin saber,
guardé hasta que golpeaste la puerta, en la noche y los ladridos te anunciaron.

 

 

Ilustración: Alejandro Barbeito 

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