He dejado de fumar por miedo.
Miedo es el perfume que ahora usamos.
Pienso en la elección de las palabras en el papel.
Pienso en la elección de las palabras en la mente.
Pienso que las personas que se dedican al diseño
de ambientes deben ser más felices
que los que hilamos palabras en el aire,
que los que echamos palabras en la mente,
que los que trabajamos de ensuciarlo todo.
Dejé de fumar porque tengo miedo de la muerte.
Dejé de fumar porque no hay respiradores.
Dejé de fumar porque aquí nadie sobra
y mucho menos la madre de la casa.
También solté las piedras y guardé las armas.
Para andar más liviana.
Brillante doña!