Ordena el cerdo granjero:
-¡Fusilen a todo pájaro!
Y suelta por los trigales
Su policía de gatos.
Al poco rato le traen
un pajarillo aterrado
Que aún tiene dentro del pico
Un grano que no ha tragado:
-¡Vas a morir por ratero...!
-¡Si soy un pájaro honrado,
de profesión carpintero,
que vivo de mi trabajo!
-¿Y por qué robas mi trigo?
-Lo cobro por mi salario,
que usted se negó a pagarme.
Y aún me debe muchos granos.
Y lo mismo está debiendo
A los sapos hortelanos,
A mi compadre el hornero,
Al minero escarabajo,
A las abejas obreras,
¡Y a todos los que ha estafado!
¡Usted hizo su riqueza
robando a los proletarios...!
-¡Qué peligro!...
¡Un socialista! ¡A fusilarlo en el acto!
¡Preparen!... ¡Apunten!... ¡Fuego!
¡Demonio...si hasta los pájaros
en la América Latina
se hacen revolucionarios...!
Ilustración: Alejandro Barbeito