Venimos de a dos, cantando
que es una buena manera
de sumarnos a las voces
de los que allí nos esperan.
Hay tiempos de mala estrella
donde todo se marchita,
se borran sendas y huellas,
se vuelve la luz maldita.
Pero pechando dolores,
trenzados en la alegría,
nos juntamos los cantores
a esperar que vuelva el día.
Igual que todos, yo mismo
aguardo el tiempo que viene
cruzando por el abismo
porque tu amor me sostiene,
porque tu amor me sostiene,
porque tu amor me sostiene.