Otra vez, el poema y su eco a cuestas,
el aroma del tabaco
y la luz de la lámpara, que titila
en las paredes del espejo.
Vertical y tintineantes
las palabras sopesan el viento
algunas hablan con pasión y
otras, con el alma rota, guardan silencio
ajenas a las flores y el tiempo.
Mientas sucede todo
en el vértigo de la desembocadura
el crepúsculo se redujo a un rayo milagroso
embriagado de rótulos azules.
Mientas otros duermen
hay una tibia oscuridad en toda la casa
aumentando, el aire cómplice
que corre y seguirá corriendo
alrededor de la noche.
Ilustración: Alejandro Barbeito
Claudio Amancio Suárez
Sin halagos ni explicaciones:
una de las voces genuinas de Córdoba.
FELICITACIONES CLAUDIO. ¡ Me encanta especialmente la tercera estrofa! Muchos saludos.