Espero con ansias la primera luz del día
Por Carlos "Piro" Garro Aguilar
∗ El Fortín, provincia de Córdoba (1948) - Poeta |
Espero con ansias la primera luz del día.
Yo, que fui matriarca de la noche,
sol de los bodegones,
poema en el ripio,
hoy me he vuelto pájaro.
Salto al alba y calzo mis memorias.
Incluso
me acuesto temprano
para que el sueño
me apresure el reencuentro.
Y saludo la lenta dilución de las estrellas,
al rayo que aparta con su plumero de ángeles
la rutina de las sombras,
a los verdes que desmerecieron su tutela
en la oscuridad del vértigo.
Yo no sé qué haría si fuera ciega.
Toda la luz que veo está afuera.
Toda la luz que pienso está afuera.
Toda la luz que siento está afuera.
¿Será posible
penetrar el corazón de la luz
o dejar que ese mismo corazón
encandile mi sangre?
¿Mirar con los ojos del alma
y que todo proceda del recuerdo?
¿Qué sienten los ciegos
cuando una flor se abre?
¿Qué sienten
cuando los cielos abren sus telones empurpurados
y se desgajan en círculos y trofeos de belleza?
No haber visto nunca es otra cosa.
Lo desconocido
se imagina, se crea, se suple…
No se extraña lo que jamás tuvimos.
Pero déjame ahora
en esta vida de ave inconclusa.
Déjame absorber colores
y memorar la alucinada voluntad de la luz.
El alba me espera
con sus candiles de asombro.
Ilustración: Alejandro Barbeito
