24 de marzo – 48 años

24M

Por Tito Acevedo

∗ Bolivar, Provincia de Buenos Aires (1950)  - Escritor |

Todos tuvimos que aprender a resistir los dolores y a controlar el miedo y la angustia de la mejor manera, al menos con lo que teníamos a mano.

No tengo dudas que las señeras de la resistencia fueron ellas, las madres y las abuelas, “En Argentina las Locas de la Plaza de Mayo serán un ejemplo de la salud mental porque ellas se olvidaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria”, rezo Eduardo Galeano en sus Utopías. A nosotros mujeres y hombres de la Cultura, “los culturosos”, solo nos quedó resistir con la metáfora, las músicas bien hechas y aquel teatro con olor a Bertol Bretch… la Dictadura había llegado a sangre y fuego y había llegado para quedarse. No quedaban focos de insurrección, solo oscuridad y verde oliva…

Eso sí, parapetada estaba la esperanza. Alguien se animó a cantar Ojalá de Silvio Rodríguez, Francisco Heredia compuso Córdoba Va y “Piro” Garro nos decía La Palliri de Manuel Castilla, mientras Toto López repasaba en silencio entre barrotes, un poema de Tejada Gómez. Todo eso pasaba.

Nos juntábamos en “Tonos y Toneles” y nunca nos preguntamos el apellido: Todos éramos el Enano, Papone, el Pato, Cuculí, el Camión o el Negro Jáchal, unos inocentes huérfanos sin identidad.

Fuimos los que no alcanzaron a matar, somos los que nunca vamos a olvidar.

Hoy quiero rendir mi homenaje a Carlos Velázquez o Carlos Ceballos (era el mismo) aquel compañero de Canto Popular y obrero de Ika-Renault que lo desaparecieron.

Esta herida que llevamos muchos tal vez sea la grieta de la que hablan todos.

Garrote - 2024

Por Alejandro Barbeito

∗ Córdoba (1960)  - Diseñador gráfico |

24 de marzo - Otro año más, otra hoja más, 48. “Garrote” es un cartel vivo, ya que cada 24 de marzo le sumo un brote nuevo que va dejando atrás al garrote dictador. Este año se suma la hoja 48, que brota bajo el abono perdurable de Memoria, Verdad y Justicia. Este cartel lo publiqué por primera vez en 2012, cuando se conmemoraban 36 años, obvio, con 36 hojas. A partir de ahí le fui sumando una hoja por año, hasta que me dé el cuero y el otoño solo sea un recambio de vida. Nunca más!

 

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